La trama era simple (los cortometrajes siguen la fórmula de los microcuentos, según yo) pero preciosa; la música, muy linda, en español... raro, tomando en cuenta que es un minifilm alemán; y con una fotografía que sinceramente llama la atención, aún siendo alguien como yo, que no pescó mucho esa clase cuando la pasaron en el ramo en cuestión (y que debió hacerlo, pero esa es otra historia).
Pero lo que más me llegó fue el mensaje de éste... aunque mi compañera lo repitió apenas terminamos de verla, personalmente creo que no era necesario, ya que todos nos habíamos dado cuenta... y a mi, personalmente, me caló...
Ya conocen el titulo de mi blog, ya lo expliqué el año pasado... y por lo mismo ya entenderán, por qué intento erradicarlo como uno de los supuestos de mi vida desde que vi este corto... sí, lo reconozco, soy una persona cobarde, pero quienes saben un poco de mí, recordarán que eso sólo me ha traído conflictos en varios aspectos de ésta...
Y en pos de la sanidad mental es que he decidido hacerle honor a mi nueva parada de vivir la vida, dejar la vergüenza a un lado, pero nunca la dignidad, menos si uno ve que es más lo que se pierde que lo que se gana...
A raíz de un cuento que escribí el año pasado, Tito me dijo que hay una tónica de las historias de amor (aunque mi relato no fuera creado con esa intención)... el "que tal si", y después de ambas cosas (el cuento y el corto) me di cuenta, realmente, que la literaura está en todas partes, y que el buen escritor escribe de lo que sabe y se nota, porque está reflejado el realismo y la emotividad con la que se creó la historia... Tito me repitió esto varias veces después, pero el alcachofazo nunca está de más... me imagino como hubiera sido la experiencia del creador y del director del Corto...
Aquí les dejo el corto, hermoso, sin duda... y no se olviden de poner pausa al Iphone de la barra derecha antes.
Natty