viernes, 16 de marzo de 2007

Hikari - Kazuyo

Antes de ayer me quedé hasta las 2 de la mañana viendo la cuarta película de Digimon Adventure.

No creo que a nadie le interese saberlo realmente (como todas las cosas que escribo acá), pero para mi fue importante… esa bendita serie fue una de mis más grandes obsesiones, sino fue la única, que tuve antes de Harry Potter… además marca notoriamente el paso de mis últimos años de la niñez al principio de mi bien aburrida (hay que ser realistas) adolescencia y recientemente asumida adultez.

Habré tenido sus 14 años y un poquito más, recién había entrado al IHC y me juntaba con ciertas chicas autocalificadas como Otakus (bueno, seamos sinceros, por lo menos una sí lo era derechamente) y nos dedicábamos a ver shonen y shojo (shonen: dibujos para niños; shojo: dibujos para mujeres) y una vez, por descuido -entre tanto ova que arrendábamos en nuestra desesperación por verlo todo de aquel mítico videoclub animé que existía en la galería caracol-, 30 segundos de Hentai (me niego rotundamente a explicar o referirme sobre el tema)

Esa noche fue un homenaje a ese período… que aunque, ¡pucha que me iba mal en el colegio! -y eso nunca lo negaré, aunque gente, como mi querida amiga Escarlata, no crea que realmente haya pasado- fue la época en la que lo pasé mejor en toda mi enseñanza media.

Increíble que después de 5 años aún me acordara de los nombres y las personalidades de los protagonistas, que a medida que avanzaba el video me iba acordando de nos tipo de evoluciones y que significaban para cada uno cada color de los dispositivos. Aunque es prácticamente imposible de acordarse de los digimons y TODAS sus evoluciones y fusiones (es una serie medianamente compleja, a pesar de ser shonen).

Me acordé también de los meses en los que intente buscar mi inexistente segundo nombre en japonés para convertirlo en mi nick, y al no encontrarlo utilicé el que encontraba más parecido (y el que, por alguna razón, más me sentía identificada entre todos los personajes de animé de todas las series que ví). Claro, en esa época era mucho más difícil averiguar ese tipo de datos por el escaso acceso a Internet. Y esa noche, en 5 minutos, descubrí que era Kazuyo… y ahora pienso, ¿realmente vale la pena cambiarlo a estas alturas, que ya no sigo el animé y que ya me conocen pocas personas como la lucecita que me nombraba?

En, fin, cuento corto, para no aburrir más, el ares del pc de mi hermana ahora esta feliz bajando todas las películas de Digimon Adventure que encontré… mientras me daba una nostalgia atroz de acordarme de esos bellos años en los que alegaba porque me mandaban a la casa tarea de matemáticas…

Y este texto no tiene ninguna forma, ni estilo, ni nada…

Natty

No hay comentarios.:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...